... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

30 de marzo de 2006

Explotación humana

Buenas,

los comentarios de estos últimos días me han hecho escribir esto, que lo tengo hace mucho en mente pero no me decidía a darle forma. Muchas veces me preguntan por los derechos de los animales, pero pocas veces abordamos el tema de los derechos de los humanos. Vale que existe una declaración de estos derechos (de los animales también la hay, pero sirve aún menos que la otra), pero esta no se respeta y no podemos darle la espalda.

Vamos a ver, tenemos bastante claro que no nos gusta consumir productos que han sido creados a partir del sufrimiento animal pero, ¿hacemos lo mismo con el sufrimiento humano? Por un lado tenemos el sufrimiento de los que pueden protestar. Por ejemplo, hay muchos obreros que mueren en la construcción y eso no impide que te compres una casa en la que durante su construcción muriese un solador (por ejemplo). En este caso, el obrero puede protestar (aunque le echen, pero puede hacerlo) y salvar la vida. ¿Y en el caso de los niños que se les obliga a trabajar? Estamos hartos de ver y leer que ciertas empresas fabrican sus productos en paises en los que claramente no se respetan los derechos de la infancia. Habitualmente, niños son los que hacen ciertos productos, ahondando en el tema de la explotación humana.

Entonces, ¿nos preocupamos de no consumir productos que han sido fabricados en estas situaciones? Yo personalmente no. La verdad es que prefiero no saber de este tema a fustigarme continuamente. Entonces, ¿porqué nos rasgamos las vestiduras ante productos que lo han sido de explotación animal? Pues no tengo ni idea. Supongo que si crearan una etiqueta que pusiera "Fabricada sin explotación animal, humano o no humana" entonces si que podriamos elegir, como hacemos con ciertos productos. En los de higiene hay etiquetas que avisan de que no han sido testadas en animales, ¿podrían hacer lo mismo con el caso de explotación humana? Claramente no, dado que la explotación humana está mal vista (no en todos los paises es un delito) y la animal no tanto.

Esto no tiene nada que ver con el tema de si nos comprariamos un bolso de piel humana, dado que hablamos de explotación del trabajo, no de muerte.

No se, ¿como veis este tema? ¿Creeis que como vegetarianos nos preocupamos más de los animales que de los humanos?

Besitos.

P.D: Al final no se si he sido capaz de darle una forma legible o no.

29 de marzo de 2006

¿Vas a obligar a tu hijo a ser vegetariano?

Buenas,

ahora que se le está acabando el plazo que dió el doctor a nuestro Pablo referido a la estancia en el vientre materno, me vuelve un tema que nunca he comentado aquí pero que he discutido mucho en persona. Por supuesto que mi niño va a ser vegetariano, o eso voy a intentar yo.

La decisión de ser vegetariano no la va a tomar mi hijo ni nadie ajeno al nucleo familiar que estamos creando. Esa decisión nos compete única y exclusivamente a nosotros. ¿Porqué? Por que en esta vida, para bien o para mal, son los padres los que deciden que es lo mejor para sus hijos. Del mismo modo que hay padres que deciden que sus hijos no estudien, que trabajen ayudándoles en la tienda, que sean de una cierta religión o que estudien en un determinado centro, nosotros hemos pensado en lo mejor para él. Y esto es ser vegetariano. Y no estamos diciendo que vayamos a hacer algo malo para él, sino que vamos a hacer lo que consideramos lo mejor.

Habremos leido alguna vez textos como aquel de "Niña vegana muere desnutrida" y podremos pensarnos que condenamos a nuestros hijos con esta decisión. Y esto es una gilipollez. Por supuesto que si Pablo necesitase comerse un buey porque se está muriendo, sería capaz de matarlo con mis propias manos. Pero ese caso no se va a dar, dado que la forma de vida que hemos escogido es muy beneficiosa para su salud, tanto física como mental y moral. Sabemos de sobra, que siguiendo unas normas básicas y lógicas, daremos una rica alimentación, mucho mejor que la que reciben la mayoría de los niños omnívoros. Por lo menos nosotros nos habremos preocupado por leer al respecto y no haremos lo mismo que nuestros padres (no porque ellos lo hicieran mal, sino por que sabremos lo que ellos sabían más lo que aprendamos de libros y conversaciones con gente que sepa mucho).

¿Y si un día se come una hamburguesa? Pues mira, ¿que le vamos a hacer? Puede darse el caso (que se dará) que un día decida que va a ir al Mc Pollas a comerse una hamburguesa y dos perritos con sus colegas. ¿Que puedo hacer yo? Bien puedo prohibírselo categóricamente, lo cual sabemos que no vale para nada en los adolescentes. O bien puedo dejarle que experimente él sus propias decisiones. A fin de cuentas, por mucho que yo prohiba llegará un momento en que me mirará y me dira "Mira papa, vete al carajo que me tienes hasta los cojones de prohibiciones". ¿Y yo quiero oir eso? Casi que no, prefiero educarle lo mejor que pueda y sentirme orgulloso de la educación que le haya dado. Y si esta ha fallado y se convierte en un comehamburguesas, que no se diga que no lo hemos intentado.

Del mismo modo, un llegará el día que dando un paseo por el parque me le encuentre de botellón con un porro en la mano. Y esto lo seguirá haciendo con más fuerza si yo le reprimo. Tendré que educarle para evitar esto, pero si lo hace tendré que asumirlo. ¿No siguen queriendo a sus hijos los padres de asesinos múltiples? Pues igual tendremos que hacer, ¿no?

Se podrá decir que lo que digo es una tontería y bla, bla, bla. Pero me gustaría ver a esas personas, en nuestra sociedad actúal, cuando tengan niños y se vean en la disyuntiva que planteo. Sólo con leer un rato a Vegetarianita creo que se ve muy claro el tema.

Yo espero que con la educación que le demos, él vea con claridad que comer animales es una salvajada. Del mismo modo que con la educación que me dieron mis padres yo ví muchas cosas que el resto de personas no son capaces de concebir. Tengo una sensibilidad anormal con temas de ecología, derechos humanos, recursos energéticos, etc. ¿Porqué no podremos nosotros meterle en la cabecita a Pablo nuestro modo de vida? Yo creo que lo conseguiremos.

Besitos.

P.D: Independientemente que se convierta en un comehamburguesas, en nuestra casa no entra animal muerto o para morir ni de coña. Una cosa es él como individuo que toma sus decisiones y otra somos nosotros, que no vamos a cambiar de ningún modo.

28 de marzo de 2006

¿No echas de menos?

Buenas,

un comentario a una de las tonterías que escribo me ha refrescado la memoria con respecto a un tema que pululaba por mi mente desde hace tiempo (concretamente desde un día que me dije ¿que puedo contarle yo a esta gente?). A lo que íbamos.

Muchas veces me han preguntado, ¿no echas de menos cuando no eres vegetariano? Hombre, desde el punto de vista de la edad, si. Quiero volver al cole, a comer pan con nocilla viendo Los caballeros del Zodiaco y jugar a las canicas en el parque. Desde el punto de vista de la alimentación, no mucho la verdad. Me jode que para salir a cenar por ahí tenga que andar mirando donde voy, que no pueda ir a todos los sitios, que la comida preparada de los super no la pueda comer, que no tengamos sitios de comida rápida, etc. Pero pocas cosas más.

Bueno, miento, una cosa si que me gustaría volver a comer. Realmente no creo que sea por comerlo. Me explico. Cuando era niño había un día muy especial, era ese en que mi padre entraba por la puerta y decía "hoy comemos en el KFC (Kentuky Fry Chicken, que inglés más criminal tengo), así que vamos". Era un día muy especial, en que nos hartábamos a comer pollo empanado, servido en una caja de cartón, ayudados de unos tenedores de plástico y regado con coca cola extragigante (memorables eruptazos para el sonrrojo de mi madre y la vanagloría de mi progenitor).

Ahora ya ni me acuerdo de aquello, pero cuando empecé a ser vegetariano sentí algo de pena al ver que nunca más iría a comer pollo a ese sito. Posiblemente si en vez de pollo hubieran servido otra cosa, también lo añoraría. Más bien es por el tema sentimental.

Besitos.

P.D: Mi chica echaba de menos los boquerones en vinagre. Que raras son las mujeres, de verdad ;-)

27 de marzo de 2006

¿Pequeños pecados o incoherencia total?

Buenas,

hoy me toca preguntaros a vosotros, así que ya me van calentando los dedos, que necesito de vuestra sabiduría. Vamos a ver, como ya sabeis andamos detrás de comprar un nuevo coche con vistas al nacimiento de Pablo. El coche que más nos conviene tiene un incoveniente, que tanto el volante como el pomo son de cuero. Hemos barajado más modelos pero a fin de cuentas, el volante de cuero lo tienen todos los que nos han gustado.

Hemos elevado una consulta (varias) a la dirección de la marca para ver si existe alguna posibilidad de adquirir el vehículo sin nada de animal en el interior (salvo nosotros). La única solución que nos dieron es la de cambiar en el taller los elementos de cuero por otros sintéticos. Hablando con el vendedor nos ha dicho que él lo cambia (con un coste) pero que el volante y el pomo de cuero nos lo mete en una bolsa para que nos lo llevemos a casa. Total, que al final se va a causar el mismo sufrimiento con un coste adicional para nosotros.

Así que tenemos una duda moral en la que debeis ayudarnos (no me digais que si necesito el coche y que el mundo sería mejor sin coches). Hemos pensado en cambiar el pomo por uno sintético y en el caso del volante, comprar una funda en una tienda de tunning para no tener que tocar ni ver el cuero. ¿Es esto ético? ¿Deberiamos comprar un coche de otra gama para que no tuviera elementos de cuero? Yo creo que por nuestra parte hemos cumplido, le hemos dado la chapa a los de los concesionarios, hemos mandado correos a la central, lo he discutido con gente, etc.

Esto me recuerda a una conversación con Ángela, en la que discutiamos sobre si debía comerse una galletas hechas con miel. La verdad es que me siento un poco mal, dado que nunca en la vida he "pecado" de este modo (de otros, cada día), aunque esta vez tengo bastante claro que mi postura sólo me perjudica a mí y no causa beneficio a nadie. Ni siquiera se le podría aplicar el cuento "De uno en uno".

En fin, ¿qué me decís?

Besitos.

26 de marzo de 2006

Bar bodega Tomás

Un día, por motivos que no vienen al caso, encontré un bar. No es que estuviese escondido, ni lejos de mi casa, sino que nunca lo había visto. Es el típico bar que se encuentra mimetizado con el entorno, con un toldo verde y una cristalera con cortinas blancas. Y, culminando la fachada, un cartel "Bar bodega Tomás". Y es que hay negocios que llevan toda la vida a veinte metros de tu casa, pero que nunca te han llamado la atención.

El dueño, Tomás, es un señor bajito y afable, de los del barrio de siempre. Al que todo el mundo conoce y saluda. Aquella primera vez sentí una extraña mezcla de sentimientos. Por un lado, es un bar de cazadores (aunque en mi barrio la caza es jodida, que esto es más ciudad que pueblo) y por otro lado es un sitio muy agradable. Posiblemente si lo vierais pensariais "Al Tito se le ha ido completamente la cabeza". Y es que entras y te encuentras con un frio suelo de terrazo, una barra a la derecha y una pequeña bodega con chuches de frente. Pero tienes que mirar más allá. Tienes que ver los pequeños detalles. Por ejemplo, el cuarto de baño tiene las mismas toallitas que mi abuela ha usado toda su vida. Y tiene papel higiénico, y la cisterna funciona, y está reluciente. De esto se encarga su mujer, que es un solete.

Aunque lo mejor de todo el bar, es la parroquia. Los parroquianos están divididos entre los que se han perdido en el barrio y caen por allí y los de siempre. Están los de los perros obesos, que son los que le dicen a su mujer "Bajo a dar una vuelta al perro que está muy gordo" Y se meten al bar a darle cortezas al cánido. Están los borrachines que cuentan sus penas al sufrido Tomás. También los del barrio, que sobrios hacen oralmente el diario del barrio y comentan la actualidad mundial desde un particular punto de vista. Y estamos nosotros.

Antes íbamos muchísimo, aunque dejamos de ir por motivos que no interesan. Era vernos entrar y sacar una saco de cacahuetes especial que tenía para mí. Cogía los grifos de cerveza, la fanta de limón y hasta que no hubieramos meado 10 veces no nos dejaba irnos. No se si le alegraba ver a gente joven, pero pocas veces he salido de ese local sobrio. Cuando sacabas el billete para pagar, venía corriendo a invitarte a otra ronda. Y nunca se quedaban los rancios platillos sin algo que comer. Cacahuetes, pipas, tortilla, cortezas de cerdo (nunca comprendió que significaba vegetariano, el ponía de todo), pimientos asados, alioli, lo que fuese. No se la de veces que habré salido cenado de ese pequeño local.

Ayer volvimos a ir, tras más de un año sin saber de él. Al principio ni me reconoció, y me puso una cara rara cuando le recordé quien era, como si vuelves a ver a un amigo que te ha traicionado. Pero en un rato, comentando la muerte de Rocio Durcal, ya volviamos a ser tan amigos. Y el bar, en este tiempo sólo ha cambiado que ha puesto dos peluches con un tremendo miembro viril en la inestable estantería. Al marcharnos, tras tener que discutir que no queriamos que nos invitara a nada y con la promesa de volver pronto, me cascó un abrazo que casi se cae de la barra. Y yo me marché con una extraña sensación, sin comprender como me puede caer tan bien un señor como Tomás, amante de los toros, cazador con licencia y que gusta de servir cortezas de cerdo a sus mejores clientes. Pero la verdad es que me caen de puta madre, para qué vamos a engañarnos.

Bueno, os preguntareis, ¿que narices nos ha contado hoy el Tito?. Pues ya veis, que me alegró mucho ver el otro día a mi amigo del bar bodega Tomás. No se si me trajo recuerdos de una vida pasada o que sería, pero me alegró mucho verle. Y os puedo asegurar que no es la alegría de la huerta, pero yo con verle llenar los cacitos de cacahuetes, me alegra el día.

Besitos.

P.D: El Pablo sigue sin salir, para el próximo viernes nos monitorizan y ya le echan del hotel. Así que para el próximo lunes (no mañana) tendreis el documento gráfico de los clones (padre e hijo).

25 de marzo de 2006

Torrijas sin huevo

Buenas,

el otro día me dijo mi niña, con su psicología habitual "¿Compramos pan de torrijas?". Pronto descubrí que era una sutileza suya para que le hiciera unas torrijillas, así que con la barra de pan duro que dicen que es especial para torrijas, partí a llenar la cocina de grasa. La receta supongo que se podrá hacer vegana con leche de soja, pero no tengo ni idea.

Torrijas sin huevo.
  • Pan de torrijas (o una barra normal un poco más dura).
  • Leche.
  • Algo para rebozar (Harina Yolanda + agua, harina de garbanzos + agua, o harina normal + cerveza + levadura).
  • Canela.
  • Azucar.
Esto es muy fácil. Preparamos dos platos hondos. En uno, echamos leche y un poquito de canela (opcional). En el otro, el elemento para rebozar. Cortamos en un ángulo de 45 grados la barra de pan, haciendo rodajas hermosas (si son muy finas, se rompen). Las metemos en la leche un rato, para que empapen bien (al gusto, cuanto más empapadas más jugosas). Las pasamos al elemento rebozador y la empapamos totalmente por fuera. Y las metemos en la sarten de aceite caliente con cuidado, dado que saltan. Cuando las veamos que ya están doradas, las pasamos a un plato con un papel de cocina para que absorva el aceite sobrante. Cuando esté sin aceite, las pasamos a la bandeja final. Añadimos el azucar (al gusto) y un poquito de canelita por encima y las dejamos enfriar (las torrijas calientes son malas para el estómago, decía mi madre que no se si será verdad).

Y ya está, que fácil y que dietéticas. Por cierto, no he puesto foto porque nos hemos comido las torrijas antes de que encontrase la cámara. Que ricas.

Besitos.

24 de marzo de 2006

¿Se lo dirías a tu abuelita?

Buenas,

el otro día mi amiga Marina sacó a la palestra un tema que me inquieta y no me deja dormir (o eso, os el nacimiento de mi vástago, no lo tengo claro). ¿Podemos los vegetarianos reprochar a los no vegetarianos su conducta? Vaya, me alegra que me haga usted esa pregunta.

Desde un punto de vista radical, diremos que comer animales es un asesinato y que todos lo que hacen tal acción entran dentro de la categoría de asesinos. Bueno, como punto de partida íntimo está bien, pero, ¿te atreverías ir con esa arenga a tu abuela? Es fácil decir ciertas cosas, pero cuando particularizamos, es un poco complejo, ¿no? Tenemos que tratar de ser coherentes y si mi abuelita se dedicaba a desangrar cochinos, pues es una asesina despreciable. ¿Se lo diriamos? No lo creo.

Desde un punto de vista más conciliador, podemos opinar que es nuestra labor informar al resto de seres humanos de la barbarie que cometen. De este modo, podremos remover más de una conciencia y tratar de conseguir algún vegetariano más a nuestra causa. Esto concuerda más con la realidad, dado que realmente una persona que ha vivido una guerra civil, que ha comido lo que ha podido y que nunca se ha planteado la vida animal más allá del bocadillo, dificilmente se le va a convercer de lo contrario. Podemos contarle a nuestra abuelita porqué no comemos animales, que ella nos sonreirá y nos dirá algo como "estás muy delgado", "paparruchas" o similares.

Y desde el punto de vista práctico, pues nos callaremos y predicaremos con el ejemplo. Demostraremos que nuestra forma de vida es maravillosa y de vez en cuando removeremos alguna conciencia. Poco más.

Muchas veces leo escritos muy radicales (como los que hacía yo con poco más de la veintena) y me asusto. Y me pregunto, ¿le dirían lo mismo a su abuelita? Yo no, desde luego. Ni ahora, ni con veinte añitos.

Ahora, partiendo del cuento del otro día sobre Fulgencia Salgado. Marina planteaba que era un cuento muy triste (más o menos) y que Fulgencia no tenía culpa por el desconocimiento que sufría. Vamos por partes, ¿podemos juzgar a esta buena mujer por aquellos actos? Yo creo que no, dado que en ese momento, el consumo de animales estaba bien visto y socialmente era correctísimo. Pero claro, actualmente pasa lo mismo. Así que, ¿podemos juzgar a las nuevas generaciones que saben perfectamente del sufrimiento animal? La verdad, que no lo se. Volvemos al tema de la integración en la sociedad que tantas veces hemos tratado. Es complejo, y sería necesaria una concienciación social de un calibre tal que dudo que lleguemos a verla. Si aún leemos noticias como el que ahorca a sus perros porque no han defendido a sus cabras. ¡Qué país!

Resumiendo, juzgar a las personas por actos pasados que para una parte de la sociedad (nosotros) son inmorales no creo que sea correcto. Qué complicado es el tema, la verdad.

Por cierto, ya finiquitando, yo estoy convencido que si existe una vida tras la muerte y hay un señor que juzga tus actos, a mí me llevaría con el grupo de las buenas personas. No porque siga las doctrinas morales que dictan unos humanos (llamemoslos religión), sino porque sigo las doctrinas que considero más justas dentro de la racionalidad. Quizá no sean las correctas, pero desde luego dudo que se me pueda reprochar algo tan grave como para sacarme del selecto club social celestial. Y si no fuese digno, y debería haber dedicado mi vida a la meditación y a confesar mis pecados onanistas, seguro que el diablo es vegetariano y se lo monta de muerte.

Besitos.

P.D: Desde que dije que no escribía más, me enrollo como las persianas.
P.D.2: El cielo debe ser algo como cuando despierto un domingo y veo la cara resplandeciente de mi niña empalideciendo al sol, ¿no?

23 de marzo de 2006

Se me ha quedado el coño frio

Buenas,

no he podido por menos que poner este titular, que expresa con brutalidad la sensación de estupefacción que se nos quedó ayer a mi niña y a mí cuando nos atrevimos a entrar en el herbolario a por unas salchichas para la cena.

Íbamos con cara cándida a un herbolario que no me gusta nada, pero era tarde como para arriesgarse a quedarnos sin sano bocadillo de salchichas con ketchup. Total, que entramos y había una señora de casi sesenta años, flaca como un suspiro, hablando con la vendedora (de unos treinta). Cogemos las salchichas y nos quedamos esperando a que nos cobre. Y oimos esto:

- Mejor que pasar por el quirófano a hacerte una liposucción, son los pinchacitos que te digo (me muero por saber si tenían que ver con la trepanación) - decía la vendedora.
- Si, que el quirófano me da miedo. Aunque por quitarme esto de aquí - replcaba la señora señalándose los huesos de la cadera como si fuesen grasa. - ¿Y no tendrás algo para ir tomando?
- Tengo este productos sin fucus (por suerte no tiene fucus, que da miedo el nombre) que es todo vegetal. Mira, alcachofa, te verde .... (no podía cenar alcachofas con te, no). Y sale bien de precio, mira ¡¡¡21'5 euros!!!! (las admiraciones las pongo yo).
- Uf, es que sólo traigo veinte. ¿Te los doy luego en el gimnasio?
- Vale - finalizó la hábil vendedora.

Así que, con el coño tieso del frio, compramos las salchichas y marchamos para casa a ver si cogiamos unos kilos para compensar tonterías. De verdad, teniaís que haber visto a la señora, que debía pesar unos 50 kilos contando rollos de liposucciones y similares. Os juro que esa señora no aparentaba tener ningún gramo de más (además se había hecho un estudio que lo corroboraba) sino alguno de menos. Quizá tuviera retención de líquidos, pero no más. Ay, si la pillara el House por banda la dejaba nueva ;-)

Bueno, por cosas como estas no me gustan los herbolarios y odio que se asocie el vegetarianismo con la salud. Por cierto, ayer casi tiene que salir Pablo a interceder en el conflicto "Hay seis salchichas pero yo peso una tercera parte más que tú y me corresponde un trozo más" Je, je.

Besitos.

P.D: Joder como estaban las salchichas, virgen santa. Aunque vaya clavo que nos dieron, la próxima en el Hipercor.

22 de marzo de 2006

El doctor House

Buenas,

vamos a hablar hoy de una de mis series preferidas, aunque me de más de una cena por escenas fuertes, llamada House (en Cuatro). Trata de un doctor cojo que tiene una honestidad brutal (o una mala leche que no os haceis cargo, como lo querais decir). La serie no tendría más transcendencia en estas lineas, sino fuera porque en el episodio que ví ayer salía una pareja de vegetarianos. Tenemos que entender antes que frases de House son "¿Cuanto va a vivir la madre? Si vive 7 años, 6 meses, 4 días y 3 horas, justificamos la muerte de su bebé (todavía en el vientre)". O, "Tiene usted un virus. ¿Me curaré? Si, en 9 meses nacerá un bebé". O, "No se si podremos operarle del cerebro, los políticos no suelen llevarlo encima". O sea, un tipo muy borde.


En el episodio de ayer, una pareja de vegetarianos iba al médico porque su bebé no engordaba y adelgazaba sin parar. El doctor les dijo que tenía neumonía y que estaba desnutrido. Ellos dijeron que eran vegetarianos y que lo alimentaban con leche de almendras (y algo más). Total, que House les dice que menos lechuga y más jamón. Luego, el hospital les denuncia y servicios sociales les quita al hijo y les mete en la carcel por maltrato. Al final, los padres demuestran que ellos alimentaban bien a su hijo y lo que tenía era una enfermedad (que no se como se escribe). Sueltan a los padres, les devuelven a los hijos y House queda como Dios porque fué el único que les creyó (después de decir que no eran malos padres, sino idotas).

Este capítulo fue muy comentado en un foro, dado que parecía como que se daba mala imagen de los vegetarianos porque maltrataban a sus bebés. Yo no lo vi así ni mucho menos. Para empezar, los padres (aunque con un poco de cara de tontos) se preocupaban mucho por su hijo y sabían de nutrición una exageración (aparte de contar con un nutricionista en la familia). House valoró negativamente a los vegetarianos, como a todos los colectivos que pasan por sus manos, así que hizo una labor integradora insultándoles. Además, fué el único que apostó por ellos y consiguió que les devolvieran a sus hijos. Así que no creo que el capítulo diera mala imagen de los vegetarianos ni mucho menos (aunque la detención me pareció muy exagerada, a los gustos norteamericanos).

Y tengo que decir que estoy de acuerdo (aunque podais comerme por decirlo) con House. Estos padres eran idiotas. Estamos hablando de un bebé de meses al que no le daban el pecho y en vez de ellos, le daban una leche de almendras. Esa leche, como ya sabeis mis doctos lectores (más lectoras doctas) no tiene los nutrientes que necesita un bebé ni de lejos. Yo creo que ahí los guionistas se cantearon un poco. Pero bueno, me gustó ver a vegetarianos en pantalla.

Por otra parte, en el mismo episodio salía un nacimiento y lloré más que cuando se perdió Chencho (un niño de una película clásica española que se pierde una Navidad). No me quiero ni imaginar cuando nazca mi Pablo. Y mi niña riéndose de mí, para variar, cuando me da la vena llorica. Pero qué emocionante, House salvando al niño en perjuicio de la madre. Aunque previamente trató de salvar a los dos pero el malvado jefe se lo impidió. Viva House!!!!

Besitos.

P.D: Ya se que dije que no ponía más post hasta que naciese Pablo, pero nadie va a contar cuantos post llevo, ¿no? El del Pablo será el 100 y este el 100 - post que quedan hasta el nacimiento de mi nene bonito. Que emoción!!!
P.D.2: Por suerte no iba a poner más textos, madre mía que rollo os he soltado.
P.D.3: 16 minutos he invertido en estas lineas, y eso que he intervendio en un par de discursiones entre tanto ;-)

21 de marzo de 2006

Fulgencia Salgado

Al final de sus días, Fulgencia Salgado, se encontraba muy tranquila. De misa diaria, era considerada una ciudadana ejemplar dentro de la pequeña población en la que nació, vivió y, en breve, morirá. Sentada en la silla de mimbre que heredó de su madre, observaba con la mirada vacía la calle, esperando que llegase su encuentro con el Señor. De vez en cuando, pensaba en como sería el cielo y la vida que le esperaría allí. Realmente no esperaba mucho, trabajadora incansable por el barrio, se había dejado la piel pegada a cada uno de los adoquines. Había vivido por y para los niños, en esa época en la que la heroina sesgaba vidas y familias, ella logró que todos y cada uno de los chavales en edad propicia siguieron vivos una vez pasó la moda. Podeis entender que fuese una mujer muy querida en Posadillas.

También sería recordada por su buen tino en la cocina, donde consiguió en épocas de penuria, sacar de un marrano comida para todo el vecindario durante días y días. Como en todos los pueblos pequeños, Posadillas era muy conocida por la matanza, que era tan sanguienta que atraía a mediados del invierno a centenares de visitantes. Fulgencia era la mujer del matarife, que murió hace una decena de años por un cancer de pulmón, por lo que ella era la principal encargada de las morcillas, chorizos y demás productos porcinos. Así que, la pequeña carnicería que regentaba junto a su marido siempre fue un hervidero de gente ansiosa de probar las maravillas que Fulgencia obtenía con esas diestras manos.

Pero eso fue hace tantos años que casi ni se acuerdo. Medio ciega, seguía escudriñando la calle, como si esperase que la muerte llegase en un flamante auto a llevársela a su último y esperado viaje. Por fin, un buen día, Fulgencia murió, sentada en aquella heredada silla de mimbre, con una sonrisa en los labios.

El viaje fue corto, aunque a ella se le hizo muy largo. Cuando ascendía al encuentro con San Pedro, iba pensando que obras serían las más representativas de su vida, por cuales le juzgarían. Por supuesto, viajaba libre de pecados aunque ligeramente nerviosa, cosa normal por otra parte. Por fin, la ascensión terminó y se encontró flotando en una especie de nebulosa, una fría neblina que la iba envolviendo poco a poco. Al mismo tiempo, Fulgencia sintió una extraña sensación de sopor, que la obligaba a tener los ojos medio cerrados. Por fin, la niebla se despejó y se encontró ante el mismísimo San Pedro o eso se pensaba ella.

Ante Fulgencia, se erigía un cerdo de grandes dimensiones, con una libreta en una mano.

- Perdone, ¿quien es usted? - preguntó Fulgencia con una mezcla de pavor e incredulidad.
- Soy San Pedro, ¿no lo ve? ¿Acaso creía usted que San Pedro era humano? - dijo riéndose el enorme cerdo al tiempo que con la mano libre la empujaba de la nube.

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Otro relatillo más a la lista de "Como leer un cuento y que te de mal rollo" por el Tito. Por cierto, este es el post 99, así que el de mañana debería ser el del nacimiento del primogénito de la estirpe, así que saliendo ya ;-)

Besitos.

P.D: No posteo hasta que no salga, que lo sepais.

20 de marzo de 2006

No me gustan los animales ...

... pero sí las plantas.

Pero entonces, si no te gustan los animales, ¿porqué los defiendes?

Buenas,

que tema más entretenido traemos hoy en lo que Pablo decide aceptar el ultimatum que le hemos dado para salir de su uteriano hogar. A mí los animales me gustan los de los documentales de la 2, los de las fosas abisales y demás. Pero los que tengo a mi alrededor los odio profundamente, empezando por el perrito del vecino que ladra a horas intempestivas. Los animales se cagan en las ciudades, crean inseguiridad, sueltan pelo, te pueden morder, arañar, etc. Decididamente, no me gustan los animales. Pero las personas tampoco me gustan. Somos malos, dañinos, etc. Y tampoco me los como ni los mato.

Yo no me como a los animales, dado que, como en el caso de los humanos, no soy quien para decidir si deben vivir o morir. Y no me amparo en que las leyes prohiben que me coma a mi vecino, sino que me amparo en que tengo una racionalidad que me hace ver que matar a un animal en las condiciones actuales del mundo, es un asesinato.

En cambio las plantas si que me gustan. Nos dan oxígeno, limpian el ambiente y son bonitas. Y no nos piden casi nada a cambio (en muchos casos, que las dejemos en paz). Las plantas son maravillosas. En casa tenemos decenas de plantas, tantas que llaman la atención. En lo más grande, un poto que mide como yo y que lo tengo "apuntalado" para que no se caiga. En lo más pequeño, una diminutez que me regaló mi abuela y que ha sobrevivido a sequías, inundaciones y el furibundo ataque de los pájaros. Tiene tres hojitas, pero la mimo como si fuese la más bella flor. Y entre mis mayores logros, una orquidea que se compró mi niña, que aunque perdió la flor, la seguí cuidando y este año nos ha premiado con otra remesa de gordas flores. Estará agradecida, digo yo.

Las plantas son nuestra vida aunque los seres humanos nos empeñemos en exterminarlas. Ya vereis el día que se enfaden con nostros y dejen de dar oxígeno y de sujetar el suelo que pisamos. Ya vereis la risa.

Besitos.

19 de marzo de 2006

¡¡Mi primer día del padre!!

Buenas,

estoy en un sinvivir de la alegría y del orgullo de mi Pablo. Resulta que, como sabeis, todavía no ha nacido. Pues bien, el muy cuco el otro día debió sacar un poco la cabeza sin que nos diesemos cuenta y oyó una conversación en la que comentábamos el regalo que le haría a mi niño en cuanto tuviese uso de razón. Así que se las ha apañado para hacerse con el dinero (creo que ha hipotecado su paga los próximos diez años) e ir a compralo el solito. Que listo que es mi nene. Total, que ha dejado en el hueco de la escalera mi regalo como papa en prácticas.

Luego os digo lo que me ha regalado mi niño guapo. Por lo pronto, hoy hemos ido a celebrar con mi papa (yo también tengo uno, que no nací de una coliflor) el día del padre que, siguiendo la ancestral tradición, le han caido dos botellas de whisky (del chache y mía, y en poco tres con la de mi hermana). Y a un italiano bastante guapo que hemos ido, que han puesto unas berenjenas de morirse de buenas.

Por otro lado, el viernes estuvimos en la obstetricia asesina (que le hizo daño a mi niña) que nos dijo que si este viernes el Pablo no abandona el hotel, le saca de los pelos. Así que le damos unos ocho días más de margen. Mi niña no tiene cara de parto, pero está hasta el mismísimo ya de la panza. En fin.

Bueno, que mi Pablo me ha regalado un pedazo de cacho de Scalextric que te cagas por la pata abajo. Tres coches, que cambian de carril y se chocan. Con luces de xenon. Y señores que los conducen y de todo, la caña. Y con repostaje, y carreras, y pit lane. Viva mi Pablo, viva. Luego mi niña me ha regalado un whiskito para perpetuar la alcohólica tradición de mi familia.

Que buen día del padre que he tenido, jijiji.

Besitos.

18 de marzo de 2006

Vivimos en un país extraño

Buenas,

hoy se ha levantado lloviendo sin parar. Esto, que debería ser una fiesta en un país que está sufriendo una desertización terrible y que trata de escaparse de la pertinaz sequía, se convierte en una molestía para la mayoría de los españoles. Ves el telediario y un señor trajeado con un mapa de España con nubes detrás suyo dice cosas como esta "Se marcha el buen tiempo y vuelve la lluvia". ¿Como que se va el buen tiempo? El buen tiempo en un secarral como es la piel de toro (que adjetivo más poco vegetariano) es que llueva. Que lo haga día y noche. Que nos levantemos con lluvia y nos acostemos con lluvia. Y que en el verano, que haga todo el sol que quiera. Pero ahora, necesitamos que llueva.

Por suerte, el tiempo no depende de los cometarios absurdos de las egoistas personas que poblamos este singular país.

Besitos.

17 de marzo de 2006

Ah, que es por los animales ...

Buenas,

una cosita rapidita que me pasó ayer. Llevo trabajando en la misma empresa más de siete años y, como tienen comedor barato, comiendo allí desde el primer día. Desde aquel momento llevo pidiendo más o menos lo mismo, un primero de "régimen" y un segundo que es la guarnición de los segundos del resto. Esto, y dos postres, que soy el niño bonito de las camareras, je, je.

Total, que ayer había cogollos de tudela con atún y esta fué la conversación:

- Hola - yo.
- Hola bonito, ¿que te pongo?
- ¿Que hay de régimen?
- Esto (señalando los cogollos con atún).
- ¿Y no lo tenemos sin atún? - pregunto con cara de niño bueno.
- Voy a ver (se gira y me dice) pero si el atún no engorda.
- Si yo no estoy a dieta, que como adelgace me voy a volar - respondo.
- (sonriendo) Ah, que es por los animales.

Y me trajo al rato los cogollos sin atún (y no se lo había quitado de encima, que eso se nota).

Una anecdotilla tontorrona que me pasó ayer en el comedor.

Besitos.

16 de marzo de 2006

Curso de ética periodística


Buenas,

hoy tenemos con nosotros a Pamela Anderson, ex-vigilante de la playa, y firme defensora del vegetarianismo. Bueno, por lo menos, imagen de Peta (People for Ethical Treatment of Animals) en sus campañas publicitarias por el mundo. Dejando al margen las polémicas que tiene este grupo con los antiespecistas y veganos (que no se de ellas más que de oidas) nos centraremos en el reportaje que acompañaba a esa sensual fotografía.

PAMELA HACE UN LLAMAMIENTO EN JAPONÉS. La actriz Pamela Anderson protagoniza un anuncio de Personas por la Ética en el Trato a los Animales (PETA), en el que hace un llamamiento a convertirse en vegetariano en japonés e inglés en Tokio. La campaña comenzará en la capital nipona este mes e irá a Shangai, Ciudad del Cabo, Mumbai y Taiwan en los próximos meses. Se ve que a Pamela le gusta que todo sea lo más natural y ecológico posible; todo, menos sus implantes, claro. (Foto: EFE)

Sacado de El mundo.

Me hace mucho gracia el reportero Gustavo que ha escrito esto. Da la noticia, traduciendo las siglas, de la campaña que está desarrollando Peta con la ayuda de Pamela Anderson. Y luego suelta la tontería de que a Pamela le gusta lo natural y ecológico, aunque sus tetas sean de goma. Vamos a ver, seamos éticos y demos las noticias como se deben de dar. O escribamos en revistas de corazon o pornográficas, en las que cuanto más grumo tengan mejor. Pamela no está anunciando nada de vida sana ni vainas por el estilo. Está anunciando un cambio hacia el vegetarianismo. Y el periodista, una visión sesgada de la noticia. Como menospreciando que Pamela pueda ser vegetariana teniendo esos enormes pechos ensiliconados. Que Pamela se ponga la silicona donde le plazca y que este periodista incompetente vuelva a ver los programas de Caiga quien caiga, donde un señor daba cursos de ética periodística.

¿O quizá quería decir algo como esto?. "A la recauchutada Pamela Andeson le gusta comer nabos" ;-)

En fin, Pilarín, lo que son las cosas. Por cierto, tengo pinchado en el corcho de mi trabajo una fotografía de la susodicha en la campaña que hizo en Gran Bretaña. La foto es la misma, pero el texto es mejor(y eso que este es de un diario gratuito que busca sensacionalismo):

Diario Gente de 10 de abril de 2003:

"A la rica lechuga. Con este póster publicitario será fácil convercer a la población británica de que se convierta a la cultura vegetariana. Éste es el objetivo de este cartel que ayer se mostró en Liverpool (Reino Unido) y que se presenta a la exuberante ex vigilante de la playa Pamela Anderson ataviada con un pequeño biquini realizado con hojas de lechuga"

Besitos.

15 de marzo de 2006

Pato laqueado

Buenas,

ayer fuimos a celebrar la onomástica de mi medio melocotón a un restaurante chino de esos que cuestan un cojón de pato japonés cada plato. Pero qué narices, un día es un día. Así que procedimos a cenar en el hotel Villamagna, que tiene un tremendo restaurante, con camareros orientales de claro acento de Fuenalabrada sur. Antes de que dejeis de leer pensando "Qué pesao está el tito Chinchan desde que va a ser papa" os diré que los tiros no van por ahí.

El tema es que hay restaurantes donde da gusto ser vegetariano. Y luces con alegría el estandarte del vegetarianismo. Además no tienen porque ser lugares muy caros, dado que estas cosas nos han pasado en lugares de todo pelaje. Por ejemplo, en Granada, en un bar de tapas comentamos que éramos vegetarianos y nos preguntaron de qué tipo para cambiarnos la tapa, todo con la mayor naturalidad. En la parte opuesta, recuerdo un restaurante caro de la muerte, donde el chef salió en persona para indicarnos que se podía comer y que no. Y nos dió de comer que me costó levantarme de la mesa para llegar a la habitación. Si no hubiera sido por el precio, hubiera regurgitado hasta la primera papilla. Uf, que pesadez y que bien comí, y de postre una torre de chocolate que salivo cuan perro de Paulov con la famosa campanilla.

Y el de ayer fue un restaurante de esos, en los que vino el maitre a preguntarnos el tipo de vegetarianismo. Incluso, tras recomendarnos tallarines, salió de nuevo a decirnos que los hacían de huevo y que nos ofrecía otras opciones. Joder, y da gusto que te traten bien, y que digas que eres vegetariano y no te miren raro. Y eso quería contar, bueno, eso y una cosa más.

¡Que asco me da ver el pato laqueado en los restaurantes chinos!. Joder, un pato sin plumas, con una capa como chapa roja que la gente se come. No entiendo como alguien se coma eso, que se ve claramente que antes fue un pato. Porque entiendo que si no asocias comida = animal, seas insensible. Pero que lo seas viendo al pato que parece que viene de tomar el sol sin protector, que te lo trocean en la mesa, no lo llego a comprender.

En fin, besitos para todos.

P.D: Se nos sentó al lado una señora con la cara estirada, que cada vez que se reía se tiraba un pedo ;-)

14 de marzo de 2006

¡¡¡¡ Cumpleaños feliz !!!!

Buenas,

cumpleaños feliz, cumpleaños feeeeliz, te deseamos toooooodos, cumpleaaaaaaños feliz. Biiiieeeen, biiieeeennnnnn. Por ser una chica excelente, por ser una chica excelente, por ser una chica excelente, y siempre lo será y siempre lo seeeeerá!!!! Happy birthday to yooooouuuu, bueno, casi que lo dejo que el inglés no es mi fuerte.

Como podeis intuir, hoy es el cumpleaños de alguien muy especial. ¿Quien será? ¿Quien será? De mi niña, yuuuuupiiii, yuuupiiiii, albricias y cabriolas. Que viva la niña, viva. Esta mañana, tras echar las pestes habituales por tener que levantarme cuando todavía es de noche, le he preparado un colacao con galletitas para comer en la cama. Y luego los regalos. Ella hubiera preferido de regalo el nacimiento del progenitor de la familia, pero se ha contentado ;-)

Le he regalado unos productos para baño y relax. Y todos con la etiqueta de no experimentado en animales, con grata sorpresa para mí. Primero, unas sales de baño relajantes y revitalizantes, de Intermon Oxfam que pintan muy bien. Luego unas pastillitas de aceite con formas (corazones, pececitos y perritos) y unas bolas de Caretina (o algo así) con pétalos de rosa, que se echan al agua y dan paz interior y lo dejan todo lleno de trocitos de petalo. Y huele muy bien y son de un pequeño taller que tampoco experimenta con animales. Y para terminar, de una tienda que se llama L´Occitane (más o menos) una crema reafirmante que huele de maravilla (grandes sospechas ayer cuando llegué oliendo a cremitas y bálsamos) y un jabón para el baño para hacer millones de burbujitas. Y todo, todo, con la etiqueta de no experimentado.

Y os preguntareis, ¿porqué todo para el baño? Porque se le ocurrió decir un día "en cuanto nazca Pablo, me pienso dar un baño tremendo". Ale, ya tiene para elegir ;-)

Besitos.

P.D: Cumpleaaaaaños feliz, cumpleaaaaaaños feliz!!!!!

13 de marzo de 2006

Asfixia

Buenas,

hoy vamos a enfrentarnos a una anécdota real como la vida misma que nos aconteció hace no mucho tiempo en el lugar donde desarrollo mi actividad laboral. Vamos, una anécdota del curro. Resulta que cayó en nuestras manos un video de unos japoneses que con el sonido del agua hacía que sus bebes dejaran de llorar. Supongo que dejan de hacerlo porque les recordará el sonido de "las tripas" de la madre. Es igual el porqué, dado que nos interesa el como.

Si no veis el video, os diré que el tema es ponerse en la boca un buchito de agua y hacer como si silvaras hacia dentro. El sonido resultante, si no os ahogais, es similar al de un desague vaciándose. Tras ver el video, todos los futuros padres, actuales madres y próximos casados corrimos a llenarnos de agua las bocas para ser los reyes del mambo. A mí no me salió demasiado mal, me eché un poco de agua por encima, pero nada grave. Lo bueno vino con una compañera.

No se como lo hizo, que se le metió por mal sitio. Toses y más toses, risas y más risas. Tras 30 segundos de toses se empezaron a oir "darle unos golpecitos en la espalda". Tras un minuto y un claro colorcillo morado se empezó a oir "Hacedle el boca a boca". Tras casí dos minutos, y tras oir las agonizantes palabras de "Me ahogo" y "no me hagais una traqueotomía con un boli bic (esto creo que no lo dijo ella)" volvió a respirar con normalidad. Las risas se tornaron en preocupación sobre el estado de la víctima y todo quedó en una mera anécdota.

Total, que al día siguiente me vino la chica aludida y me dijo "Joder, ahora entiendo cuando dices lo del sufrimiento de los animales. Me he imaginado el mal rato que tienen que pasar los peces cuando de les saca del agua. Que muerte más horrible". Que me pilló totalmente desprevenido, por cierto.

¿Quiere decir esto que vaya de dejar de consumirlos? No, pero nos ha dejado una jugosa historia que contarle a mi Pablo en las largas noches de invierno.

Besitos.

12 de marzo de 2006

Que sale, que sale!!!!

Buenas,

bueno, esta mañana, la prominente panza de mi niña parece que había desaparecido. Ya le decía yo que eran gases, pero al parecer, cuando se está a punto de caramelo, la barriga baja. Así que he buscado más abajo y ¡cáscaras! estaba la panza ya casi en boca de gol. Que susto, que ya sale, que ya viene, ay, ay, ay, que sale!!!!!

Estuvimos el viernes con la obstetricia y nos dijo que la cosa estaba de rechupete y que en cualquier momento nacía. Aunque como dijo el señor que nos quiso vender una cocina "Yo, que tengo cuatro hijos, tres abortos y dos nietos os digo que no nace hasta abril". ¿Quien sabrá más, el orondo vendedor llamado Manuel o la sabía doctora Mayas? Que emoción, que emoción.

En fin, que sino actualizo en estos días, ya sabeis porque va a ser ;-)

Besitos.

10 de marzo de 2006

La pequeña Raquel (director´s cut)

Qué terrible paradoja estaba sufriendo Raquel. Ella, que durante toda su vida se había dedicado a ayudar a parir animales, se encontraba en la sala de partos del hospital de La Paz de Madrid. Allí,, sufriendo, esperaba el nacimiento de su bebé, una pequeña raquelita a la que querría más que a nada en el mundo. Con cada una de las piernas apoyadas en sendos frios trozos de metal, el médico decía.

- Un poco más, un poquito más que ya sale.

Con un esfuerzo sublime, sintiendo que su cuerpo se partía en dos, dió el último empujón. Su marido, que había estado durante todo el parto a su lado, apoyándola, se inclinó a mirar. Una enorme satisfacción le recorrió todo el cuerpo, estaba viendo la cabeza de su pequeña. La niña añorada que tanto deseaban ambos. Se agachó sobre la cabeza de Raquel y le susurró al odio.

- Mi vida, ya se le ve la cabecita, un esfuercito más, por favor - susurró con una ternura extrema.

Con la fuerza que sólo las madres tienen, olvidó todo el dolor y sufriento que tenía. Esas palabras, esas dulces palabras de su marido, habían sido el mejor bálsamo que podía oir en ese instante. Volvió a empujar y, todo sucedió muy deprisa. Alguien entró por la puerta. Vestían extraños ropajes, fabricados de materiales que nunca en su vida había visto. Su hija, a la que acababa de dar a luz, lloraba y pataleaba. Su marido se abalanzó sobre los intrusos, aunque fué repelido con tal brutalidad que quedó tendido en el suelo, como un despojo humano. Uno de ellos, de un parduzco color verdoso, cogió al bebé de una pierna y lo metió en una especie de urna. Una fría urna transparente a través de la cual se veía a la ensangrentada raquelita. La madre inmóvil, no pudo hacer nada más que llorar, llorar de pena y de rabia. Llorar de impotencia. Llorar hasta que la locura, del mismo modo que los susurros de su marido, actuó como balsamo sobre su maltrecha mente.

A muchos kilómetros de allí, en el mercado de Cartucce, un extraño ser vocifera algo que sonaba como esto:

- Como tengo el bebé humano niña, que se mueve, que lo tengo que me se mueve. Calentito, señora, calentito lo tengo. Vamos que quedan pocos, vamos niña, barato, barato.

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Bueno, esta es la segunda versión del cuento. A mí me parece como más directa, aunque la otra es más real y dura. A fin de cuentas, Cartucce no existe, mientras que la carnicería del mercado si.

Besitos.

9 de marzo de 2006

Me ha gustado mucho

Buenas,

hace un tiempo que el Ministerio de MedioAmbiente (www.mma.es) lanzó una campaña bastante inteligente e irónica. No tiene nada que ver con nuestros temas, pero me apetece comentarla. Yo la oí primeramente en la radio y luego, al lanzarla a la televisión, creo que le han quitado la ironía que desprendía la radio, pero sigue estando muy bien. La campaña es algo así:

Voces en off hablando:

- Por tirar un botellín al campo no pasa nada.
- Por dejar el grifo abierto para que salga fresquita, no pasa nada.
- Por tirar una colilla por la ventanilla no pasa nada.
- (con vos de tremenda repipi) por hacer una barbacoa en este preciooooooso pinar no pasa nada.

y más voces en off que ahora no recuerdo. Me ha gustado la ironía que emplean, y como se lanzan a atajar directamente el problema. Y el tema es que de respeto andamos muy mal. No hay ningún tipo de respeto por nada ni por nadie. Así que por los animales, chungo petaca. Por cierto, lo de la barbacoa en el pinar es genial (como lo dice) aunque tristísimo el fondo.

La campaña de televisión es igual, pero salen los efectos de dichas acciones. Por ejemplo, con lo del grifo abierto se ve como se vacía un pantano. O con lo de la barbacoa, se quema el pinar entero.

En fin, que me ha gustado mucho la campaña del ministerio. Y si ahora al que quema el pinar el cuelgan del aparato urogenital de un abeto de plástico y lo queman vivo, pues ya me enamoro de ellos.

Besitos.

8 de marzo de 2006

La pequeña Raquel (Versión publicable)

Qué terrible paradoja estaba sufriendo Raquel. Ella, que durante toda su vida se había dedicado a ayudar a parir animales, se encontraba en la sala de partos del hospital de La Paz de Madrid. Allí, sufriendo, esperaba el nacimiento de su bebé, una pequeña raquelita a la que querría más que a nada en el mundo. Con cada una de las piernas apoyadas en sendos frios trozos de metal, el médico decía.

- Un poco más, un poquito más que ya sale.

Con un esfuerzo sublime, sintiendo que su cuerpo se partía en dos, dió el último empujón. Su marido, que había estado durante todo el parto a su lado, apoyándola, se inclinó a mirar. Una enorme satisfacción le recorrió todo el cuerpo, estaba viendo la cabeza de su pequeña. La niña añorada que tanto deseaban ambos. Se agachó sobre la cabeza de Raquel y le susurró al odio.

- Mi vida, ya se le ve la cabecita, un esfuercito más, por favor - susurró con una ternura extrema.

Con la fuerza que sólo las madres tienen, olvidó todo el dolor y sufriento que tenía. Esas palabras, esas dulces palabras de su marido, habían sido el mejor bálsamo que podía oir en ese instante. Volvió a empujar y lo oyó claramente. Aunque lo dijo en voz muy baja, casi entre dientes, oyó al doctor decir "Ya la tengo". A los pocos segundos, aunque parecieron horas, la pequeña Raquel lloraba por primera vez. El aire penetraba por sus pequeños pulmones acariciando su interior y ella lo expulsaba en un canto de libertad. A los pocos días, salieron del hospital con la pequeña Raquel en perfecto estado.

No había pasado mucho tiempo de esto, cuando, en la madrugada de una lluviosa noche, Raquel recibió una llamada. Una vaca se había puesto de parto y necesitaban de su ayuda. Malhumorada por tener que dejar en esas condiciones la cama, montó en el coche y fue hacia la granja. Dentro de un mugriento establo, de paja mohosa, se encontraba una vaca pequeña, con evidentes problemas para dar a luz. La vaca sufría lo indecible, mientras que los hombres que la rodeaban no hacían nada que la evitara dicho sufrimiento. Por un momento, mientras se acercaba con el instrumental, Raquel vió una imagen. Una imagen borrosa, pero que ella comprendió con horror lo que significaba. Era la primera vez en su vida que sentía esto. Ella, que en tantos partos animales había estado, se vió claramente reflejada en aquella pequeña vaca. Vió que aquel maltrecho animal estaba luchando con todas sus fuerzas por que su ternerito naciera, del mismo modo que meses atrás ella luchaba por ver nacer su pequeña.

En aquel momento, no supo interpretar esa oleada de sentimientos. Terminó el trabajo con la profesionalidad que le caracterizaba, aunque está vez le añadió una buena dosis de cariño a su trabajo, y volvió a casa con su pequeña hija. Esa noche no pudo dormir bien, no entendía porqué ver aquel parto le había causado tanta impresión, dado que aquel era su trabajo. Semanas más tarde, fué al mercado como todos los miércoles, a hacer la ruta que tan programada tenía. Al llegar al primer puesto en el que siempre se detenía, alzó la cabeza y contempló con horror un rostro que le era familiar. Un rostro al cual había ayudado a nacer días atrás. Colgado de un gancho, la cabeza del ternerito sonreía con malévola expresión.

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Este relato tiene dos finales, hoy os pongo el "alegre" y mañana el "duro". Con estos temas no saco cosas graciosas, que se le va a hacer

Besitos.

7 de marzo de 2006

Cambiando de tercio

Buenas,

para no aburriros con relatos, os cuento una pequeña anécdota que me gustó mucho de una película que vimos el fin de semana. La película se llama "Sky High, una escuela de altos vuelos" y trata de unos chavales que tienen superpoderes. Bien, el caso es que una chavala (que viste de verde) tiene el poder de hacer crecer las plantas. Con un gesto de la mano, hace crecer una manzana, o que los árboles se elonguen y vuelvan a su posición, etc.

El tema es que una frase de la película dice, ante el ofrecimiento de una madre de unos huevos con bacon, "No quiero, mi madre habla con los animales y le han dicho que no les gusta que los comamos". Que razonamiento más simple, y a la vez rotundo. Puede resultar pueril, pero como mensaje subliminal queda muy bien.

Así que me he hecho superfan de la chica esta y de su madre, por supuesto.

Besitos.

6 de marzo de 2006

Ernesto

Ernesto esta sentado en su sofá, como todas las noches. En la mesa, el esqueleto mal mordisqueado de un ave, posiblemente una gallina. De la chimenea procedían cansinos sonidos del crepitar del fuego y la televisión aburría a los espectadores con una extraña enfermedad que recorría el mundo. Ernesto tenía la mirada perdida siguiendo el movimiento de una mosca que, sofocada por el calor de la sala, volaba pesadamente. Parecía un insecto viejo, que simplemente se mantenía en el aire por la costumbre, o por aferrarse a ese sueño que tenemos los viejos de creernos todavía jóvenes. En un momento dado, la mosca fué a parar al alcance de Ernesto que, instintivamente, de un manotazo la aplastó contra el brazo del sofá.

- Mierda, que gorda era - musitó mientras frotaba su mano contra la pana del pantalón.

Pesadamente, se levantó y se arrastró hacia el cuarto de baño. Allí, sentado, trataba de ordenar mentalmente como había llegado hasta esa penosa situación. Recordaba que él había sido feliz algún día, que su vida era monótona pero completa, ¿en qué momento se había salido de ese camino tan bien trazado? y lo más importante, ¿porqué lo había hecho?.

De repente, mientras se hallaba con el papel en la mano, se abrió estruéndosamente la puerta de la entrada. Oyó pasos, gritos y gruñidos. Pero sobre todos ellos, una extraña voz chillaba desconsolada. Una voz que claramente no era humana pero que se le clavaba en los más profundo del corazón. Un grito que helaba la sangre y que recordaba vagamente al de una madre destrozada por la muerte de su hijo. El pánico se apoderó de él. Instintivamente, se levantó y miró a través de la puerta entreabierta que quedaba demasiado lejana para verla desde su posición anterior.

Lo que vió le hubiera llevado hasta los umbrales de la locura, de no haber sido porque algo más grande hizo que ese principio de locura fuese cortado de raiz. En el salón, en su propio salón donde antes había estado viendo el televisor, unas extrañas figuras se movían. Extrañas no por su forma, sino por su tamaño. Asustado, dió un paso atrás, tropezando con sus propios pantalones, que los llevaba todavía por los tobillos. El griterío cesó y su pánico creció hasta límites innimaginables. Unos pasos ligeros, como si levitaran sobre el suelo, se acercaban hacia el cuarto de baño. Antes que pudiera hacerse con un elemento defensivo o, por lo menos, recuperar un poco la dignidad, un amasijo de plumas, picos y patas se abalanzarón sobre él.

Al día siguiente, los noticieros no se hicieron eco de esta noticia. Realmente, los noticieros no se hicieron eco de nada. Nadie supo, y a nadie le interesó, el extraño caso de Ernesto, un anónimo personaje que nadie encontró mal picoteado, en los huesos, en el baño de su propia casa.

5 de marzo de 2006

Qué semana más completita

Buenas,

bueno, ya es domingo. En la calle hace viento y frio, mientras que en casita se está perfectamente. Ha sido una semanita bastante completa, por un lado estuvo la visita al doctor Doñamayor, que me dijo que lo tenía gordo y caido. ¿El qué pregunté yo? - El paladar, dijo sin malicia el doctor. Y es lo que tienen los otorrinos no tienen muchas opciones de hacer chistes con su trabajo. Y es que pasarte la vida mirando las narices de los pacientes no debe ser muy animoso (mucho peor ser urólogo, claro). Total, que ronco por el tema del paladar, así que lo tendré que poner a dieta o llevarlo al gimnasio, ¿conoceis algún polideportivo con actividades paladarianas?

Pablo sigue dentro de mi niña, dando patadas y puñetazos, como si quisiera escapar ya. Este no sabe lo que le espera, que sino se quedaría quietito sin hacer ruido para ver si no nos damos cuenta de que esta. Y es que este hotel es muy riguroso, el día que sales, ya no puedes volver. Por cierto, hoy en la comida nos hemos encontrado con "Bu" (la niña de Monstruos SA) de carne y hueso. No lo que me habrá visto, que se ha metido entre la gente hasta quedarse delante mio. Y me miraba como si yo debiera hacer algo. Por suerte ha llegado la madre, que sino me la siento allí en la sillita y debatimos sobre pañales y potitos, que seguro que sabía mucho. O quizá ha visto al atractivo padre y ha dicho "Me siento aquí hasta que salga el bebe de la tripita de esta chica tan guapa, que si es hijo suyo, ¡pa mí!"

Y bueno, como se acerca la fecha del alumbramiento, la familia viene a vernos. Y estoy estragado de comer. El viernes, quedamos con el ex-lector que ya conoceis (el que cree que esto es muy agresivo). El sábado, mi padre con su mujer, que fuimos a terminar compritas para la habitación. Un edredón chulísimo de un perrito con un hueso en la boca (es poco vegetariano, pero me gustó mucho el perrito, ¿que le vamos a hacer?). Por la noche el sábado, con mi madre a hincharnos a comida oriental. Y hoy, con la suegra y toda la familia de mi niña, a jartanos de italiano. Estoy que no siento, que dolor de barriga. Y esta noche, cena grasienta de hamburguesas. Y lo peor es que me dijo el del gordo y caido, que me tengo que poner a dieta. A dieta estoy, se referiría a adelgazar, je, je.

En fin, que mi medio melocotón dice que para el 14 de marzo nace Pablo y yo creo que para el 21, con la primavera. ¿Qué creeis vosotros?

Besitos-

4 de marzo de 2006

Setas al limón

Buenas,

he decidido por unamidad (y porque el blog es mío) que los sábados van a ser los días de la receta, hasta que se me ocurra otra cosa. Así que vamos a empezar con una receta muy sencillita, que sale todo lo cara que querais (o barata).

Setas al limón
  • Setas (aquí oscila el precio)
  • Un par de ajos picaditos.
  • Perejil fresco picado.
  • Zumo de medio limón (o de uno si os gusta más fuerte)
Muy fácil. Por un lado, freís las setas con un poquito de aceite. Cuando estén a vuestro gusto, las sacais y dejais tapadas para que no se enfríen mucho. Por otro lado, en la misma sartén, con el aceitillo que ha sobrado (puede añadírsele más) echais el ajo y el perejil. Moviendo sin parar para que no se queme, doramos bien el ajo (el perejil se quedará negro, no pasa nada). Añadimos el zumo de limón y dejamos hasta que casi se evapore todo el jugo. Echamos por encima la salsita y listo para comer. No se tarda nada en hacer y parece sano, ¿no?

Besitos.

3 de marzo de 2006

El humaneo es un arte

- Mama, no quiero más paté - gritó Krups con tanta fuerza que parecía que se le iba a partir el tercer hueso andragio.

- Mira, te lo vas a comer o te arranco un tentáculo, que me tengo que destrucular todos los días en la fábrica para traer la comida a casa. Y sientaté bien, que pareces un humano con esa postura - bramó Labbra con los díperos de punta.

- Tengamos paz - mugió Prodesfar , marido de Labbra y progenitor de la criatura - tampoco pasa nada porque no se lo coma. Además la nueva marca que compras no me gusta nada, ¿porqué ya no compras "el humano risueño"?.

- Mira, sabes perfectamente que estoy en contra de comprar productos de origen humano, que nunca se sabe de donde proceden. Prefiro comprar este paté "El tofú culto" que sale mejor de precio y sabemos los componentes. Mira, todo sanísimo, tofú hidrogenado y ionizado (6 %) y chuflur 302-E. ¿No se de que os quejais?.

- Mujer, no te enfades. Por cierto esta noche no me esperes, que hemos queda en el club humano, que al parecer humanean "El niño del cuerno", "Rabilargo" y el mítico "Torete". No puedo perdérmelo - mugió Prodesfar mientras regurgitaba el salteado de hierbas.

- Me tienes hasta el mismísimo muthgasse ya. ¿No ves que está el niño delante? - testarificó con sus grandes testarificas Labbra - te tengo dicho y más que dicho que no menciones las bárbaras constumbres que teneis los de vuestra especie. Humanear no es un arte, es una salvajada.

- ¡Una salvajada! ¡¿Dices que el humaneo de "El morlaco de la tercera galaxia de Orión" es una salvajada?! - bramó con fuerza el marido esputando pequeños brotes malmordidos - Tu no tienes ni idea y mantienes que los humanos tienen que ser respetados. Vamos ya, que les den por el cuarto esgerífico trasero. Ellos se crearon para esto y punto. Y deja de meterle estas estúpidas ideas a Krups.

Dicho esto, Prodesfar se levantó y salió de la cocina. En ella, encolerizada, Labbra sentía como su corazón se partía en dos. Quería golpear a su marido hasta que le entrase en su astada cabeza que su afición era una salvajada. Quería hacerle sentir lo que aquellos pobres seres sentían. Quería que viese que aunque no pudieran mugir como ellos, tenía sentimientos y sufría. Pero, ¿de qué iba a servir?

2 de marzo de 2006

Que aburridos son los martes

Martes por la noche. La programación apesta y la ventana les recuerda con el golpeteo que en la calle no hay más que frio y lluvia. Marcos y Godoy están hastiados en el sofá, ya no saben que hacer. A pesar del nuevo mando adaptado a pezuñas grandes, Godoy no se hace con el juego "Larry en el Congo". No consigue comprender el objetivo de este.

- Oye Marcos, ¿porque Larry tiene que ligarse a esas humanas? ¿Porqué no les expone directamente lo que quiere y deja de hacer el tonto? - ladró Godoy.
- Joder, no te enteras de nada. No podemos llegar y olerle el culo a las chavalas. Los perros lo teneis muy fácil, con oleros ya sabeis si terminareis bien o no.
- O sea, si follaremos. Ups perdón, si copularemos- rió Godoy entre dientes.
- Si eso, los humanos tenemos unos códigos que nos rigen la vida, y que sin ellos no podemos actúar - Respondió Marcos mientras su personaje en el juego recibia una mano de hostias del matón de turno.
- La verdad es que no os entiendo - siguió metiendo el dedo en la llaga - no haceis más que poner normas y normas. Y eso os pasa porque no haceis por pensar. Buff, ¿te acuerdas de las clases de historia de la humanidad? ¿Cuando hablaban de los bárbaros y decían que os comiais los cadáveres de otros animales? Yo creo que es una leyenda. Joder, y además ni los cazábais, que erais carroñeros ...
- Mira, dejamé en paz. - dijo interrumpiendo Marcos - Que nuestra especie cometiese barbarismos en la antigüedad no quiere decir que los sigamos cometiendo. Además, vosotros le oleis el ojete a los demás, y me consta que no siempre están limpios - atacó Marcos.
- Y dale con los culos, que obsesión - anda, pidamos unas hamburgesas al VegeBurguer a ver si se te pasa la tontería.

Tras unas grasientas hamburguesas de cereales y tofú regadas con cervezas baratas y acompañadas por patatas refritas, Godoy se encendió el porro.

- Joder Godoy, desde luego no paras, tenemos un pestazo aquí que no puede ser.
- Anda déjame en paz, que hago con mis pulmones lo que quiero. ¿O acaso pretendes decirme lo que tengo que hacer? A ver si vas a ser como tus antepasados, esos que se creían superiores a nosotros - ladró Godoy mientras soltaba el humo.
- Bueno, no te enfades y pasamelo, que al final siempre termina oliendo a pezuña quemada - dijo con sarcasmo Marcos.
- ¿Que pasa? ¿Que porque no pueda liármelos te crees que puedes meterme prisa? Ya me gustaría verte a tí con estas dos pezuñas hacerte un canuto. - replicó Godoy.
- Mira, me tienes harto, entre que hueles culos para ligar y que no sabes ni liar un canuto, no se para que somos amigos.
- Básicamente, porque si no fuese por mí, no te comerías un colín. Que eres muy parado y se te dan mal las tías, reconocelo -aseveró Godoy con aires de superioridad.
- Vete a oler culos, can piojoso.
- Vuelvete a la caverna, homínido barbilampiño.

1 de marzo de 2006

Cuentos y más cuentos

Buenas,

joder que triste el post anterior, os prometo que de estos pocos. Nuestra querida Magari escribió un mensaje en un foro sobre un concurso de cuentos e ilustraciones que convoca Igualdad Animal. La verdad que el concurso me importa un bledo, dado que les he escrito preguntándoles unas cositas que no aparecen por ningún lado y han hecho caso omiso. Pero la iniciativa me ha gustado mucho y me he puesto a dar a la tecla hasta desgastarme los dedos.

Aunque, me he preguntado ¿porqué cuentos para niños? ¿porqué no hacerlos extensivos? y ¿sabes escribir dos renglones sin aludir al aparato urogenital masculino? Así que, como los cuentos para niños me quedan muy moñas (y chorrean moralina por cada letra) y sin decir pilila no puedo vivir, he tomado la siguiente determinación. Voy a escribir en el blog cuentos para adultos. Cuentos referidos a la igualdad animal, pero que no chorren moralidad, sino que muestren al desnudo la verdad (los desnudos venden mucho). Cuentos que hagan pensar a los adultos. No les harán cambiar, desde luego, pero les podrá sonar el tema. Y quien sabe si no saldrá de aquí un bestseller como el de Dan Brown y me retiraré y el Pablo me hará un monumento y viviremos contentos y comeremos alimentos (versión vegetariana de las perdices felices). Oye, ¿quien sabe?

Advertidos quedais.

Números macabros

Buenas,

ayer dieron una noticia por la televisión que me pareció espeluznante, mucho más que el cambio de presidente del Real Madrid o el furúnculo que le ha salido en la parte baja de la espalda al delantero de moda. Resulta que, en España de media se consumen 56 kilos de carne al año. Con este dato vamos a ver que supone en cifras globales.

Según el estudio (las tres pinceladas que dieron) cada español consume de media 56 kilos de carne al año. Considero que "carne" se refiere a animales de tierra, los actuáticos no se mencionaban para nada. Si somos unos cuarenta millones de españoles una simple multiplicación nos hace ver que se consume anualmente la friolera de dos mil doscientos cuarenta millones (2.240.000.000) de kilos de animales.

Así, si lo dejamos en frios números, pues no asusta mucho, pero pasémolos a algo más concreto. Si una vaca pesa, pongamos que seiscientos kilos, tenemos que se comerían en España casi cuatro millones de vacas al año. Una población como la ciudad de Madrid en individuos vacunos. Y eso que no he contado que la mayoría de vacas que se comen son mucho más pequeñas que eso.

Siendo morboso y, siguiendo las indicaciones de los ascensores sobre el peso máximo que soporta, tenemos que la media de peso de los humanos es de 75 kilos. O sea, que si el consumo fuese de humanos en vez de animales, al año, sólo en España, se comerían casi treinta millones (30) de personas. O sea, que para alimentar a 40 millones de seres humanos españoles, se deberían matar a casi 30 millones de seres humanos (considerando que fuesen todo comestibles, que no lo somos). Si consideramos que parte de huesos, piel, pelo, etc, no se come. Quedaría que para que coman 40 millones de humanos, deben morir 40 millones de humanos todos los años.

Y si seguimos con los números, y la media de vida en España es de 80 años, quiere decir que cada español necesitaría comerse a ochenta humanos en su vida para vivir. Que macabro, ¿no?

Besitos.

P.D: Mañana hablamos de algo más alegre, ¿vale?

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