... o vida y obra de la tribu del tofu, como gusten ustedes.

16 de abril de 2007

Superpediatra al ataque!!!

Buenas,

la semana pasada tuve más trabajo que el zapatero de un equipo de futbol de cienpieses, llegando a casa a horas intempestivas, por lo que no pude actualizar. Además, el día que tenía que ir a nuestra superpediatra nutricionista se le ocurrió a un alto cargo de una multinacional de las telecomunicaciones, que donde se está mejor que en el trabajo, que en la calle se gasta y te puede atropellar un trolebús, así que no pude ir. Total, que hoy que os tenía que contar lo que nos dijo sobre el DHA, pues os habeis quedado con las ganas, como yo.

Por suerte la muchacha es muy maja, y además de tratar de maravilla a pequeñito, me dejó su correo personal e intrasferible para que le preguntase lo que me diera la real gana. Angelica, no sabe la que se le viene encima, je, je. Total, que el viernes le escribí unos 20 folios de dudas nutricionales que supongo que me contestará cuando el Pablo eche bigote, más o menos. Ya os pegaré la carta que le envié si nos responde. De todos modos, nos dijo que pidieramos cita para otro día y que discutieramos lo que fuese necesario sobre nutrición. Así que un 10 para nuestra pediatra nutricionista. Más abajo os cuento más cosas de este tema.

En lo que viene siendo el objeto de la página, contar que la semana pasada se habló mucho de Pamela Anderson y de la protesta que ha hecho junto al PETA (en España hay muchos afiliados a los petas, ji, ji, ji) de mejora del trato que reciben los pollos egipcios. Como siempre, los que han dado la noticia se han pasado por el arco del triunfo cualquier tipo de ética periodística y han adornado la noticia con comentarios de muy mal gusto. En fin, que les picoteen los genitales los pollitos estos egipcios.

Por cierto, tengo una duda existencial, ¿debo comprarme la bala de paja inyectada con esporas de setas que me ofrece mi frutero por 16 euros? Una parte de mi cabeza, la que perdió el contacto con el DHA hace años me dice que si, pero la parte que le queda algo de ácidos grasos me dice que ni se me ocurra. Ay, ay, ay, ¿que hago? ¿qué hago? Y lo peor es que tampoco quiero comer tantas setas, sólo lo hago por decir algún día en mis memorias "Si, yo crié setas en el trastero de mi casa" que siempre queda muy bien.

Besitos.

P.D: ¿Qué me decís? ¿Que el grandísimo Ramiro Povedilla Céspedes os alegra la mañana del lunes con el capítulo 20 de su grandísima obra? Este muchacho, que cosas tiene (así de paso a ver si saca de sus dudas a la gran Harapos.

*** Información para Pablistas ***

Buenas,

pues nada, sigo con la pediatra amiguita. Resulta que, cuando fuimos por primera vez, nos dijo que hacerle análisis cada X tiempo para ir viendo como andaba pequeñito. Pero fue verle lo hermoso que está, que se sale de los percentiles, y que se le quería subir por la pata hacia arriba como Shin Shan que dijo que casi que se ahorraba el pinchazo, que el bebé estaba más sano que una manzana (no de las reineta que me vendió el otro día el frutero, que estaban pochas). Le estuvo contando a la niña sobre proteinas y demases, pero como eso ya lo conociamos, pues nos ahorramos la explicación.

En temas más mundanos, ¡que fin de semana más grande! Tengo unas agujetas que me cago por las canillas para abajo, pero ha merecido la pena. Hemos jugado todo lo jugable, hemos paseado, nos hemos mordido, nos hemos peleado, hemos llorado, hemos reido, vamos, de todo. Lo que sigue siendo un misterio que en casa coma bastante peor que en la guarde, pero no pasa nada. Lo que si se come bien son los gusanitos. Por cierto, que risa con los gusanitos. Estábamos viendo una peli el domingo y nos hicimos palomitas. Claro, cuando ve que comemos se nos tira encima a por lo que sea. Así que le saqué unos gusanitos, pero se los comía a 12 manos. Así que decidí ir dandole uno a uno, dejándoselos alejados para que tardase más en comerlo. Pues el jodio se quedaba esperando donde se los iba dejando, pacientemente a que le cayera del cielo un gusanito. Para comérselo y no cagarlo.

Pues nada, os podría contar unas mil doscientas setentaidos cosas más, pero prefiero no aburriros. Por cierto, le cortamos el pelo con la máquina el sábado, que risa. Al principio se dejó bastante bien, pero a la hora de los remates se nego en redondo, con lo que tiene mechones largos sobre un cesped de pelillos rubitos. Gracisosímo, no os extrañe que los hijos de los famosos nos copien el corte de pelo.

Antes de cerrar el tema, ayer casi se me escapa el corazón por la boca. Estábamos sentados por la noche, tranquilamente viendo una serie, y de pronto el bebé soltó un alarido espeluznante que me heló la sangre. Es más, pensaba que era de la tele, o de la calle, no me podía creer que fuera de él. Subí corriendo y allí estaba superpancho mirando hacia arriba. Le día la manita, un beso y a dormir, pero a mí me ha robado 17 días y tres horas de vida con ese alarido. Pobrecito mio, sería una pesadilla, ¿no?

Besitos.

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